El escritor y Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa ha defendidosel "espíritu madrileño", que "ignora la xenofobia, el chauvinismo y la visión estrecha y prejuiciosa del nacionalismo" en una ciudad "que no es de nadie porque es de todos y donde todo el mundo se siente en su casa desde que llega".
Así lo ha afirmado en la inauguración de la biblioteca que lleva su nombre en la manzana de Barceló, donde ha estado acompañado por la alcaldesa de Madrid. El nuevo equipamiento cuenta con 126 puestos de lectura y consulta, 16 puestos en sala de actividades, 43 puestos de Internet, un fondo documental de 24.046 ejemplares y 6.529 títulos multimedia.
Después de asegurar que aprender a leer fue "lo más importante" que le ha ocurrido en la vida, el peruano, nacionalizado español y que llegó por primera vez a Madrid en la década de los 50, ha defendido que la lectura es "fundamental para enriquecer la imaginación y para la formación del ciudadano libre y democrático".
Cuando llegó a Madrid en 1958 como estudiante, la capital española era una "ciudad pequeñita volcada en sí misma, con poco contacto con el exterior aunque con mucho encanto", donde se podían seguir las trayectorias de los personajes de sus admirados Pío Baroja y Benito Pérez Galdós.
Esa ciudad "un tanto provinciana de los años 50" dio paso a otra "moderna, cosmopolita, abierta a los vientos del mundo, a todas las costumbres y fantasías, donde muchas minorías coexisten" en un proceso de transformación del que él fue testigo.
A eso ha sumado que el "espíritu crítico", que fue el artífice de sacar al hombre "de la caverna", "está atizado por la literatura más que por cualquier otra disciplina". "Una sociedad democrática y libre, impregnada de espíritu crítico, debe ser una sociedad lectora", ha apostillado.
Tras terminar el acto, Vargas Llosa ha contestado a la prensa que no era día para hablar de política sino de literatura aunque sí ha dado respuesta a la pregunta sobre la ascensión de Podemos. Lo ve "con preocupación".
El escritor ha agradecido el gesto de que una biblioteca de Madrid lleve su nombre porque, como ha reiterado, una de las cosas "más importantes" de su vida fue aprender a leer. Lo hizo a los cinco años y entonces "las fronteras del mundo se ensancharon con la operación mágica de descifrar letras y transformarlas en imágenes para crear aventuras extraordinarias y vivir experiencias que jamás alcanzaría una vida humana en vivir de verdad".
De Madrid recuerda los días gélidos en la Biblioteca Nacional, cuando no tenía calefacción y donde se dedicaba a absorber como estudiante universitario todas las novelas de caballería que llegaban a sus manos y fue precisamente en la capital donde empezó a escribir su primera novela, 'La ciudad y los perros' y donde decidió hacerse escritor "pero no de domingos o de días feriados" sino como centro de su vida.
La vinculación con Madrid sigue presente ya que en febrero se subirá a las tablas del Teatro Español para representar una de sus obras de teatro, producción que ha calificado como "la parienta pobre" de sus escritos.
Con la denominación de esta nueva dotación bibliotecaria, la tercera del distrito Centro, que se suma a las de Iván de Vargas y Conde Duque, el Ayuntamiento ha querido reconocer la labor de Vargas Llosa como defensor de la lengua castellana y reconocer a uno de los más grandes escritores actuales. Botella ha adelantado, en esta línea, que "muy pronto" se dedicará una biblioteca a Gabriel García Márquez.
La nueva biblioteca, con una superficie de 1.860,70 metros cuadrado dará servicio al distrito Centro y al de Chamberí, concretamente a los barrios de Justicia, Universidad, Trafalgar y Almagro. La inversión total realizada en el edificio y su equipamiento ha sido de 6,4 millones de euros.
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